La Paz; la mejor Noticia para Colombia en 50 años

Timochenco y Santos  dandose la mano. 

Esta es la mejor noticia que he escuchado por mucho tiempo y proviene del Presidente Santos, por fin el proceso de Paz está ad portas de lograrse, contra todos los palos en la rueda puestos por los radicales ultraderechistas que gobernaron este país el decenio pasado, quienes hicieron creer al ingenuo pueblo colombiano con un lenguaje endurecido que soterradamente llevaba un tinte de muerte y desolación, “que la paz en Colombia se lograría sometiendo a la Guerrilla”, sabiendo en el fondo que lo que se perseguía con ese discurso era  un interés personal de tipo populista y un interés económico basado en el fomento de la compra de armas y todos los demás pertrechos militares comprado en su mayoría al país del tío Sam o sus aliados por los cuales los encargados de estas negociaciones en armas recibían jugosas comisiones a costa de la sangre derramadas por los más pobres e inocentes como los miles de personas asesinados en el casos de los falsos positivos.


Hoy hay que apostarle a la única salida viable y es que este conflicto se acabe y fundamentarlo en el cumplimiento de los acuerdos que se hagan por parte y parte. Evento similar a este donde las Farc proponen convertirse en partido político  ya se vivió en el año 1985 cuando las FARC manifestaron el deseo de convertirse en partido político el caul se denominó Unión Patriótica UP. Efectivamente así lo hicieron, logrando una gran número de curules en el Senado y otros estamentos políticos del país, pero la mano negra del Estado Colombiano con su aparato militar en asocio con los mal llamados en su momentos paramilitares de Escobar y Gacha cometieron el más grande genocidio de la historia Colombiana, que hoy se conoce como el genocidio de la UP.

Dos candidatos presidenciales, los abogados Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo Ossa, 8 congresistas, 13 diputados, 70 concejales, 11 alcaldes y alrededor de 5.000 de sus militantes fueron sometidos a exterminio físico y sistemático por grupos paramilitares, miembros de las fuerzas de seguridad del estado (ejército, policía secreta, inteligencia y policía regular) y narcotraficantes.² Muchos de los sobrevivientes al exterminio abandonaron el país

Pero la mayoría de los colombianos como yo con mente de gallina solo recordamos y fustigamos a los incumplimientos de la Farc, pero no los del gobierno.

En este especial momento de deben estar atrincherando en sus cuarteles cibernéticos con Jackers, manejadores de Redes sociales y franco tiradores de la discordia aquellos detractores del proceso de paz a quienes el tiempo les esta demostrando que es a través del dialogo como se consigue la paz y no con las armas ni discursos incendiarios ni bombas lapas supuestas para matar conductores inocentes, pero ellos se empecinan en continuar con el baño de sangre y seguirán poniendo palos en el proceso de paz.

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No piensen que estos personajes negociadores son estúpidos ni simples rebeldes metidos en el monte lucrándose del negocio de la coca como muchos piensan, son cerebros pensantes quizás mas que la clase política dominante de este país, con ideas progresistas que han sido truncadas por su estigma de rebeldes.

Que viva Colombia, que viva la paz, pero que viva aun mas el espíritu de reconciliación entre nosotros mismos, los Colombianos.