No soy un experto en el tema del futbol, solo un
aficionado más que se entusiasma con los logros de la Selección Colombia y también
se frustra ante los fracasos; por eso mis comentarios tienen poco de futbolísticos,
pues no soy experto en la materia.
La selección Colombiana de Fútbol que acaba de
finalizar en quinto lugar en el Mundial de Futbol 2014 realizado en Brasil, es
uno de los proyectos de mayor credibilidad que ha tenido el fútbol Colombiano
en los últimos tiempos en esta materia deportiva.
Todo estaba perfecto y dando los resultados esperados,
incluso logramos sobrepasar los resultados de selecciones anteriores, pues por
primer vez logramos llegar a octavos de final en un mundial y con jugadas,
goles y jugadores muy destacados por medios, todos apostaban a que sería la selección del
mundial.
Lo que no se pudo planear o no se tuvo en cuenta durante el juego con Japón es
en que puesto debíamos quedar para la segunda fase para poder elegir nuestro contendor de los octavos
de final, pues no debimos nunca haber enfrentado a Brasil, no porque no
tuviéramos capacidad técnica con que ganarle, sino por lo complicado que
resultaría ganarle, pues se conjugarían una serie de factores extra
futbolísticos que debieron haberse previsto.
Todos conocíamos de lo mal que venía jugando Brasil, también
conocíamos de las influencias de Brasil ante la FIFA, sabíamos que Brasil era
el local, conocíamos de la inversión tan grande que se había hecho en
infraestructura para la realización del mundial, también sabíamos de la afición
por el fútbol que existe en ese país casi como una religiosidad y además
sabíamos del inconformismo y protestas que se estaban llevando a cabo por
anteponer la realización del mundial a otras necesidades insatisfechas de la
población.
En Conclusión todo estas premisas es para indicar que la selección de Brasil no podía quedarse por fuera del mundial en los octavos de final, pues faltaban casi quince días para la finalización del mundial y sería una hoguera ardiendo para el gobierno y los intereses brasileros durante los quince días restantes del mundial y habría traído muchas repercusiones a nivel social, económico, de orden público e imagen internacional, por tanto la selección de Brasil no podía perder ese partido con Colombia, otra cosa era perder en los cuartos de final donde solamente faltaban 5 días para su finalización y los hinchas guardaban la esperanza de que su país se alzara con la copa.
Los ingenuos fuimos los Colombianos y los dirigentes y
el técnico que nos entusiasmamos demasiado y nos creímos imbatibles por tanto no
tuvimos esa serie de factores extra futbolísticos y subidos en el fanatismo quisimos
ganarnos el mundial con solo argumentos futbolísticos y desestimamos muchos de los externos como pudo ser el caso de un mal
arbitraje previamente concebido.
Definitivamente en los procesos de planeación hay que
tener en cuentas las variables endógenas y exógenas para poder lograr el
objetivo, de pronto habría sido mejor empatar con Japón y no ganarle con el
marcador que le ganamos y hoy quizás hubiésemos tenido un resultado mejor al
alcanzado.
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