jueves, junio 23, 2011

Empresas de Investigación Degradan la Profesión de Encuestador

En el terreno de la investigación en general y sobretodo en la investigación de Mercados existen los llamados elementos de primera línea, la línea de fuego, es la fuerza encuestadora. Dependerá del nivel de capacitación y del perfil de los encuestadores, la calidad de la información y el impacto en la tasa de respuesta.


El éxito o fracaso de un proyecto de investigación está ligado a la calidad de la información recolectada. La mayor parte del esfuerzo viene del trabajo de campo. Por eso es fundamental entender la logística y los perfiles de trabajo que se manejan en este sector, para obtener el mayor provecho y mantener la confianza de los entrevistados.


El trabajo de campo suele ser una profesión temporal; acudimos a los encuestadores una vez que tenemos proyectos puerta a puerta, y existen periodos del año que nos obligan a prescindir de nuestros encuestadores por la dinámica del sector. Lograr que un elemento en el que hemos hecho una gran inversión durante un tiempo regrese a nuestras filas no está garantizado, situación que nos conlleva a revisar constantemente el perfil de la gente a la que estamos confiando la calidad de los estudios.

La mejor manera de lograr información de calidad es involucrando en el proceso a la persona que la recaba. Es fundamental que el encuestador esté enterado de los objetivos de la investigación, la naturaleza del estudio y lo que se espera de él. De este modo, el encuestador goza de un panorama más abierto, y tiene mayor facultad para asegurar la calidad del estudio

El perfil más acertado del buen encuestador es: aquella persona que hayan sido educada desde casa con un alto sentido de responsabilidad, honestidad y trabajo arduo, pues serán estas virtudes las que lo mantendrán en la línea de lo bien hecho, y son ellos los que más probabilidades tienen de ser vinculados por empresas del sector.

Los encuestadores son como agentes de venta, todos unos profesionales en su ocupación. Todos los días, pasan su tiempo en la calle, casa por casa, negocio por negocio, llamada tras llamada, tratando de concretar un objetivo: que les respondan una encuesta. Lo cierto es que la gente no tiene por qué contestar ninguna encuesta, por lo que el encuestador deberá vender la idea al entrevistado de que su opinión es importante para el proyecto y lograr cautivarlo de cualquier manera.

A partir de la crisis del 2008 las empresas de Investigación en Colombia y en especial las de mercados han pauperizado la labor del encuestador, debido a la rapiña por contratos con clientes importantes o quitarles clientes a otros, ofrecen estudios a muy bajo costo e incluso en un solo estudio ofrecen una cantidad de “plus” que se materializan en unos cuestionarios “ladrilludos”, extensos, repetitivos, mal bloqueados, inconsistentes, con unas baterías de preguntas inmanejables, cuyo peso recae sobre el encuestador (me gustaría ver al analista que diseña recogiendo la información en terreno). Si contratan tan bajo para ganar  al cliente, el ahorro en costos debe hacerse en otra parte del proceso pero no en el campo.

Saber que a la final con ese tipo de herramienta tan dispendiosa se pierde el objetivo o para el cual fue diseñado el cuestionario, pues el entrevistado termina contestando inconsistencias ante la fatiga e incomodidad que representa tan insoportable herramienta sin ningún incentivo a su favor,  pues ya las empresas no incentivan a sus entrevistados es labor del encuestador mantenerlos cautivos dentro de la encuesta a cambio de nada.

No contento con esto la mayoría de las empresas de investigación han institucionalizado “ y no se de dónde lo han sacado” que un encuestador no debe ganar más del salario mínimo pues cometen el craso error de tasar el valor de las encuestas mediante una operación matemática de dividir el $20.000 o $30.000 que vale un día de salario entre el rendimiento de encuestas hombre/día según prueba piloto; es así como hoy se consiguen Empresas de Investigación pagando $3.000 por un libro de 10 hojas y dos horas de duración, sin tener en cuenta otras variables más preponderantes en un estudio como el perfil del encuestador, el Target y su dificultad, el estrato, la metodología de selección, los filtros, el terreno, el clima, etc. Si hacemos cálculos un encuestador que logre ganar $1.000.000 a destajo, deduzcale:  la carga prestacional del 30%;  $156.000 por pago de Salud, Pensión y ARP; $80.000 de transporte para llegar a los sitios de trabajo  y $120.000 de Retención en la fuente; su neto mensual termina siendo de $344.000,  una cifra que no se compadece con semejante labor y responsabilidad.

Se supone que en el valor pagado intrínsecamente están incluidas las prestaciones sociales a que todo trabajdor tiene derecho, además el encuestador debe cancelar por su cuenta y previo a cualquier trabajo los valores correspondientes al pago de la Seguridad Social ARP, y Pensión, pues son requisitos previos que se establecen para que se les pueda dar el empleo y debe conseguir de cualquier forma el valor de los transportes urbanos para desplzarse a los sitios donde realizará su labor, pues la empresas de investigación no dan dicho auxilio ni tampoco están dando anticipo para estos rubros, todo por cuenta del encuestador a cuenta de una irrisoria paga.

Todo lo expuesto hasta ahora no es comparable con la infamia a que son sometidos los encuestadores con la paga de su trabajo, pues después de prestar el dinero para cancelar los rubros de Salud y Pensión, conseguir los transportes urbanos diarios, desgastarse durante largas jornadas, se encuentran con que la mayoría de las empresas de investigación tienen la modalidad de pagar a 45,  60 y hasta 90 días que fácilmente se convierten en 120 y en algunos casos nunca le cancelan su trabajo aduciendo mala calidad.

Es inconcebible que estas empresas se financien con el dinero de los encuestadores, generalmente el cliente da un anticipo para cubrir el Campo y en el caso que no lo diera, estas empresas debe tener la liquidez suficiente para pagar a sus encuestadores sin depender del anticipo y pago del estudio por parte del cliente.

Existe ahora otra modalidad de contratación con los encuestadores y es a través de unas cooperativas de encuestadores que no son más que simple forma de degradación de los derechos laborales de los encuestadores y fachadas para evadir las responsabilidades directas como empleadores al igual que las bolsas de empleo.

No entiendo por qué se ha degradado tanto al encuestador dentro de la Investigación, si uno de los elementos  de los que las empresas de investigación hacen gala cuando presentan el “Brief” ante sus clientes "Su estaff de encuestadores" y basado en ello solicitan el famoso anticipo para cubrir esencialmente los gastos de campo y al encuestador que es el mayor rubro dentro de él trabajo de campo, no le trasladan estos beneficios, ¿por qué se le trata de esta manera?.

En su mayoría las empresas ahora están certificadas por la ISO 9000 y se acogen al código ESOMAR, pero no entiendo como lo hacen si con lo que pagan a sus encuestadores no le da para tener encuestadores con experiencia capacitados y honestos que resistan un proceso de certificación, además ellos no tienen sentido de pertenencia a una empresa que les contrata esporádicamente y que además le vulnera sus derechos. Ni que decir de algunas empresas que tienen su propio departamento de investigación que contratan encuestadores a términos indefinido pero con cargas de trabajo altísimas a veces imposible de cumplir.

El encuestador es tan importante o más que el analista, es un profesional, solo hay que encaminarlo al cumplimiento de los objetivos del estudio o la organización, pero para ello valoremos su trabajo, remunerándole de manera adecuada y a tiempo enseñémosle a realizar un trabajo que es pilar para toda investigación, que se sienta parte de la organización, aunque queramos reemplazarlos por los medios modernos electrónicos y la Internet todavía en Colombia no será posible por ahora, por tanto no pretendamos quedarnos con la mayor ganancia de la investigación en deterioro del rubro de campo y sobretodo de los honorarios del encuestador. El Campo representa siempre alrededor de 60% del costo del proyecto. Devolvámosle al encuestador el estatus que se merece dentro del proyecto, la organización y el sector

No hay comentarios: