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| Viviendo con la Basura |
La verdad es que siento profundo pesar cuando escucho a personas residentes y en especial a nativos Cartageneros cuando se jactan con arrogancia y hacen alarde y defienden sin fundamentos la premisa de que “viven en la mejor ciudad del mundo” simplemente porque Cartagena ha sido incluida como ciudad Patrimonio Histórico de la Humanidad y es un importante destino turístico mundial; pero pareciese que dichas personas no hubiesen salido de los extramuros de la ciudad para poder diferenciar lo que es vivir en una ciudad con una verdadera cultura de bienestar y progreso.
En Cartagena ha hecho carrera una serie de prácticas que se han vuelto costumbre y casi qué ley ante la mirada complaciente de todos los ciudadanos y autoridades, sin que aquí pase nada para corregir dichas prácticas aun siendo punibles
La teoría del rebusque ha generado como válida la cultura de convivir con las basuras, es una de las prácticas deshonrosa que afecta esta ciudad y atenta contra su estatus de ser Patrimonio Histórico de la Humanidad. Todo lo que se compra en la calle en los puestos ambulantes es entregado en bolsas plásticas, papelitos, vasos plásticos, bandejas de icopor, hojas de mazorca y hasta periódico los cuales después de consumir lo que compramos son arrojados al piso sin ningún escrúpulo ni cultura, generando con esto un gran basurero en toda la ciudad, es claro ver la ciudad invadida de vasos de tinto que proliferan por todos los sectores donde usted vaya.
Ni que decir de la costumbre de sacar las basuras a cualquier hora y clocarlas en las esquinas de las vías principales para que el camión recolector las recoja cuando se llegue el turno, generándose unas montañas de basuras que luego son desarmadas por unos señores que “ahora se dedican al recicle”, extrayendo de las bolsas los elementos reciclables y regando el resto de basura en el piso que luego es alimento de los perros callejeros y demás animales que deambulan por la calle, trayendo consigo la proliferación de moscas, ratas, olores nauseabundos y enfermedades que no percibimos
En épocas de lluvia estas basuras van a parar a los escasos sistemas de drenaje que tiene la ciudad tapándolos y generando las inundaciones a que estamos acostumbrados a lo largo de la Avenida Pedro de Heredia, el Centro, Bocagrande y otros barrios periféricos, en los cuales para drenar sus calles se tardan hasta medio día o días enteros si es que llega el Cuerpo de Bomberos a destapar los drenajes.
Es vergonzoso que las autoridades locales no hayan tomado cartas en el asunto para controlar la higiene en la principal plaza de mercado de Cartagena, de done se surten la mayor parte del comercio, expendios de carnes, verdulerías y hoteles de la ciudad. Quienes se surten en el mercado de Bazurto renden un tributo al desaseo y la inmundicia, allí no existen las más mínimas normas de higiene y nadie se apersona del asunto, felices todos convivimos con esta porquería que cualquiera se vomita con solo pasar por sus alrededores
Los pececillos que deambulan equivocadamente en la Ciénaga de la Virgen buscando alimentos, solo encuentran bacinillas viejas, bolsas plásticas, encendedores, condones, tubos de PCV, sofás, llantas de carro y de cuanta cosa se puede uno imaginar, sin no antes mencionar los pedazos de excremento humano licuados que vierte el emisario de Villa Estrella a este importante cuerpo de agua y que acaban con el planton y fitoplanton alimento de algunas especies.
Y que decir en la bahía de las Animas al frente de la base Naval y Centro de Convenciones, donde el emisario de la Base Naval hace sus descargas y también el emisario del Laguito, sin no antes mencionar el cuerpo de agua frente al mercado Bazurto y el caño de Juan Angola que recibe todos los vertimientos del Paseo Bolívar, Torices, Lemetre, y Crespito. A estos se suma el sector de Ceballos, la Escuela Naval y Albornoz que son verdaderas cloacas; se olvidaba ahora el Hotel las Américas y los Morros.
A convivir con estos focos de infección nos acostumbramos en Cartagena y nos parece tan normal vivir en la inmundicia y nos hacemos creer a nosotros mismos que estamos en el paraíso, en la ciudad más hermosa del mundo, pero la mas puerca e inmunda, se respira cloaca por todos lados, los invito a que se den una pasada por Olaya, San Andresito, Bazurto, Puerto Duro, El Centro y me cuentan cuantas veces sacan el pañuelo para no vomitarse, eso no es digno de una ciudad con tanta alcurnia.
Esto se debe sencilla y llanamente a la falta de cultura ciudadana, que nos hace indolentes con la ciudad y acompañada de la complicidad de la clase dirigente de Cartagena que no toma cartas en el asunto para solucionar de manera definitiva el problema de las basuras y los vertimientos de las aguas negras a los cuerpos de agua de la bahía y Ciénaga de la Virgen. Se la han pasado haciendo estudios de factibilidad e impacto ambiental que se quedan en las gavetas de los escritorios de los funcionarios y en cambio los dineros gastados en dichos estudios engrosan los grandes montos de la corrupción.
Es hora de que aterricemos como ciudadanos Cartageneros que este no es el mejor vividero como lo queremos hacer creer, es una pena con los turistas que llegan de visita. Aquí existen grandes problemas sociales de fondo que necesitan ser combatidos con soluciones de fondo para merecer ese calificativo que ostentamos.
La solución la tenemos nosotros mismos, así como los paisas sienten suyos el Metro y los Bogotanos al Transmilenio, nosotros debemos sentir a Cartagena como nuestra y generar unos cambios comportamentales acompañados de campañas educativas a la ciudadanía, propiciar el reciclaje a nivel de hogar, cambiar los horarios de recolección hacia la noche, etc. Adelantar obras de infraestructura que solucionen definitivamente los problemas y no paliativos con contratos que se le asignan a los amigotes de los dirigentes políticos solo para llenar sus bolsillos.
